Si eres de los que no planifican su presupuesto esta nota te será de mucha utilidad.
1. No elaborar un presupuesto. Un presupuesto es como un mapa, si no cuenta con uno, se perderá irremediablemente y, a veces, nunca llegará a su destino.
2. Comprar a plazos, pagar el mínimo o sacar efectivo con la tarjeta de crédito. Los intereses son altísimos, pida mejor un préstamo personal.
3. "Carruselear" con las tarjetas. Disponer de efectivo de un plástico para pagar la deuda o consumo de otra, a lo único que lo llevará, es a la ruina financiera porque: a) cada vez estará pagando más intereses; y b) el desorden de su flujo de caja, hará imposible un manejo eficiente de su presupuesto.
4. Tener deudas en moneda que no sea la de sus ingresos. Es una pésima idea tener sus deudas en dólares, cuando su sueldo se lo pagan en soles. Al costo financiero del préstamo en dólares, hay que sumarle la tasa de devaluación y, así, tendrá una idea aproximada del costo equivalente en soles.
5. Tener deudas con más de un banco. Si esa es su situación, entonces proceda a consolidarlas en una sola institución financiera. ¿Ventajas?, pues ordenará su flujo de caja, pagará en una sola fecha y una tasa de interés y, de paso, ahorrará en comisiones y portes.
6. No tener claro qué quiere adquirir cuando sale de compras. Saber exactamente lo que quiere, le evitará efectuar compras por impulso que, al final, lo único que logran es llenarlos de cosas que usted realmente no necesitaba.
7. No prestar atención a los gastos hormiga. El café de todos los días o el postre que compra en la tarde, son gastos que sumados, pueden representar una fuerte suma de dinero mensual.
8. No aprovechar las ventajas del internet. Reciba todos sus estados de cuenta vía correo electrónico y pague todo lo que pueda, utilizando las plataformas web de las instituciones financieras. Se ahorrará tiempo, comisiones, portes y gastos (gasolina, parqueo, etc.) Y, no menos importante en estos tiempos de inseguridad, evitará convertirse en blanco de los delincuentes.
9. No informarse bien antes de tomar una decisión financiera. Sea que usted esté decidiendo dónde ahorrar o qué préstamo tomar, una decisión informada, le permitirá obtener mayor rentabilidad o un menor costo financiero. Utilice la web. Existen páginas que comparan opciones de ahorro y deuda.
10. No guardar pan para mayo. Fíjese una meta de ahorros de por lo menos 10% de su ingreso regular y, no menos de 30%, de ingresos no regulares (gratificaciones, utilidades y bonos) así, tendrá un colchón para capear momentos difíciles o para cumplir una meta (comprar una vivienda, adquirir un carro, estudiar una maestría, etc.)
11. No tener un seguro médico y de vida. Hay enfermedades que pueden borrar de un plumazo los ahorros y el patrimonio que tanto costó reunir y, en el caso del seguro de vida, recuerde que uno parte; pero la familia se queda.
12. Ser garante de un préstamo. Es una pésima idea avalar a un familiar o a un amigo. Ya suficiente tiene con sus obligaciones para hacerse responsable del pago si la persona a quién no cancela sus obligaciones. Conserve la amistad y/o la armonía familiar y no sucumba a la tentación de avalar financiamientos de terceros.
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